En un desarrollo preocupante, las autoridades han vinculado el asesinato de la periodista Paty Bunbury con actividades relacionadas con la venta de drogas. Bunbury, quien era bien conocida por sus investigaciones sobre el crimen organizado y la corrupción, fue asesinada la semana pasada en circunstancias que ahora se han esclarecido parcialmente mediante las investigaciones iniciales.
Conexiones con el crimen organizado
Los investigadores han revelado que existen fuertes indicios de que el ataque estuvo directamente ligado a su trabajo periodístico, el cual frecuentemente abordaba la venta y distribución de estupefacientes en la región. Aunque no se han dado a conocer detalles exhaustivos sobre los sospechosos, fuentes cercanas al caso mencionaron que podrían estar involucrados grupos criminales con amplia influencia en la zona.
Esta trágica noticia ha generado reacciones tanto a nivel nacional como internacional, aumentando las preocupaciones sobre la seguridad de los periodistas en México. La asociación Reporteros Sin Fronteras destacó la alarmante cifra de periodistas que han perdido la vida en el país este año debido a actividades relacionadas con el crimen. Hasta el momento, estas son las estadísticas más recientes:
- 10 periodistas asesinados en 2023.
- 7 casos vinculados a la cobertura de crimen organizado.
- 3 casos aún bajo investigación.
El secretario de Seguridad Pública se comprometió a intensificar los esfuerzos para resolver el caso y aumentar las medidas de protección para periodistas en situaciones de alto riesgo. En una declaración, afirmó:
“No descansaremos hasta llevar a los responsables ante la justicia y asegurar que no queden impunes estos atroces actos contra la libertad de prensa.”
El caso de Paty Bunbury es un doloroso recordatorio de los peligros que enfrentan los profesionales de los medios en México, especialmente aquellos que hacen su labor en regiones dominadas por el crimen organizado.