En el contexto del intenso debate sobre el gasto en infraestructura vial, se destacan importantes cuestionamientos sobre el enfoque carrocentrista de las políticas públicas urbanas en México. Varios expertos han señalado que el enfoque predominante en la construcción de obras para vehículos particulares tiene costos significativos para las ciudades, los cuales afectan tanto a peatones como a ciclistas.
Impacto del Carrocentrismo
Esta tendencia a priorizar la infraestructura para automóviles genera un entorno urbano poco amigable para otros medios de transporte y repercute en la calidad de vida de los habitantes. Un informe reciente revela que las ciudades mexicanas invierten de manera desproporcionada en infraestructura para autos a expensas del transporte público y las vías peatonales.
- Crecimiento de la inversión en obras viales para autos en un 30% en los últimos cinco años.
- Solo un 15% del presupuesto está destinado a infraestructura para peatones y ciclistas.
- El 25% de la población considera insuficiente el transporte público en su ciudad.
En este sentido, especialistas como el arquitecto urbano Juan Pérez señalan la urgencia de reorientar las políticas públicas. Pérez argumenta que el enfoque actual es insostenible y debe ser transformado para crear ciudades más inclusivas y accesibles.
“Las ciudades deben empezar a priorizar medios de transporte alternativos que reduzcan el impacto ambiental y mejoren la calidad de vida de los ciudadanos”, comenta Pérez en una reciente conferencia.
A medida que las ciudades continúan expandiéndose, el reto es encontrar un balance que no solo fomente la movilidad vehicular, sino que también garantice el bienestar de todos los ciudadanos. Promover un transporte multimodal parece ser una de las soluciones más viables a largo plazo.