En Australia, se ha iniciado un debate intenso sobre la edad adecuada para que los niños comiencen a usar redes sociales. Actualmente, el acceso a las plataformas más populares, como Facebook, Instagram y Snapchat, es permitido a partir de los 13 años en la mayoría de los países. Sin embargo, una nueva propuesta en Australia sugiere elevar esta edad mínima hasta los 16 años, con el fin de proteger a los menores de riesgos emocionales y psicológicos asociados con el uso de estas plataformas.
Argumentos a favor de elevar la edad mínima
Los defensores de esta propuesta argumentan que el cerebro de los adolescentes aún está en desarrollo y que el uso temprano de las redes sociales puede afectar su salud mental. Además, también destacan el peligro de la exposición a contenido inapropiado y el potencial de ciberacoso.
La senadora australiana Anne Ruston, quien apoya la propuesta, señaló:
“Creemos que es primordial establecer un marco que brinde la máxima protección a nuestros niños contra los impactos nocivos que pueden tener las redes sociales”.
El Instituto de Estudios de la Familia en Australia proporcionó algunas estadísticas relevantes:
- Un 40% de niños de 8 a 12 años ya están activos en redes sociales.
- La incidencia de ciberacoso en adolescentes ha aumentado un 30% en los últimos cinco años.
- El 70% de los padres australianos está preocupado por la seguridad en línea de sus hijos.
Los expertos aseguran que, si bien las redes sociales pueden tener beneficios educativos y sociales, es crucial establecer límites adecuados para garantizar un entorno seguro y saludable para los menores. La discusión continúa en el parlamento australiano, mientras se buscan estrategias efectivas para regular el acceso de los más jóvenes a estas plataformas.