Pablo Almaraz Mejía, mejor conocido como “Bolillo”, fue un destacado futbolista mexicano recordado por sus habilidades en la cancha y por su característica personal: sus ojos azules. Nació en los años 50 en Coahuila, donde comenzó su carrera en el fútbol profesional, convirtiéndose en un ícono del deporte estatal.
A lo largo de su carrera, “Bolillo” jugó en diversos equipos de la región, destacándose siempre por su dedicación y talento sobre el terreno de juego. Su habilidad para leer el partido y su rapidez en el campo lo hicieron un jugador formidable y muy querido por la afición.
Paso por el fútbol profesional
Durante su trayectoria, Almaraz Mejía acumuló varios logros importantes. Formó parte de equipos que lograron conquistarse varios campeonatos locales y regionales, lo que cimentó su reputación como uno de los jugadores más valiosos de su tiempo.
- Participó en 4 campeonatos estatales.
- Ganó 3 títulos regionales en su carrera.
- Jugó en más de 100 partidos oficiales.
Además de su habilidad en el campo, era reconocido por su carisma y cercanía con los aficionados, lo que le valió el respeto y cariño no solo de sus compañeros de equipo, sino de sus seguidores. En una entrevista, recordaba con emoción sus días de jugador diciendo:
“Siempre fue un honor portar la camiseta y defender los colores de mi tierra en cada partido.”
Tras retirarse del fútbol profesional, Pablo Almaraz Mejía dedicó su vida a la comunidad y al fomento del deporte entre los jóvenes, asegurando que las futuras generaciones también sientan la pasión por el fútbol y mantengan viva su herencia deportiva.