En medio de una creciente crisis de seguridad, Haití ha nombrado un nuevo primer ministro, Ariel Henry, tras la renuncia de su predecesor, Joseph Jouthe. El cambio de liderazgo se produce en un contexto de intensificación de la violencia por parte de pandillas y disturbios civiles que han sacudido al país.
Crisis de seguridad y liderazgo
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, anunció el nombramiento de Henry, un neurocirujano y exministro del gobierno, con la esperanza de estabilizar la situación política y social. Moïse destacó la necesidad urgente de abordar la inseguridad y retomar el control del país. En sus palabras:
“La prioridad es reforzar la seguridad y hacer frente a las bandas criminales que han asolado nuestras comunidades.”
Las estadísticas recientes sobre violencia en Haití son alarmantes, reflejando el alcance del problema:
- Incremento significativo en los secuestros reportados.
- Aumento de los homicidios relacionados con pandillas.
- Desplazamientos masivos debido a la violencia.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación actual en Haití. Organizaciones de derechos humanos y líderes extranjeros critican la falta de medidas efectivas para restaurar el orden y garantizar la seguridad de la población. El nuevo primer ministro se enfrenta al desafío de implementar reformas que pacifiquen al país y estimular un crecimiento económico sostenible en medio de estas dificultades.