El próximo año, la conferencia climática COP29 de las Naciones Unidas se llevará a cabo en Belém do Pará, Brasil. Esta ciudad, situada a orillas del majestuoso río Amazonas, ofrecerá a los líderes mundiales y defensores del clima una oportunidad única: discutir el futuro del planeta rodeados por la selva tropical más grande y biodiversa del mundo.
La importancia de COP29
La conferencia COP29 llega en un momento crucial, ya que el cambio climático sigue siendo una de las amenazas más significativas para la humanidad. En cada conferencia de la COP, los acuerdos cruciales se negocian para limitar el calentamiento global a niveles aceptables y para mitigar sus efectos devastadores.
En su última cumbre en 2023, las discusiones se centraron en la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y en la implementación de energías renovables. Brasil, país anfitrión en 2024, ha prometido jugar un papel clave en esos esfuerzos, especialmente al tener bajo su cuidado una vasta porción de la selva amazónica.
La selva amazonica es vital por múltiples razones:
- Alberga una biodiversidad incomparable.
- Actúa como el “pulmón del planeta”, absorbiendo grandes cantidades de CO2.
- Regula patrones climáticos regionales y globales.
El gobierno brasileño ha enfatizado la importancia de esta zona como parte de sus compromisos climáticos. Según el portavoz del gobierno, esta será una oportunidad para seguir impulsando políticas que protejan la ecología de la región:
“Queremos demostrar al mundo nuestro compromiso con la preservación del Amazonas y nuestra intención de liderar con el ejemplo.”
Se espera que la COP29 no solo impulse nuevas metas y políticas climáticas, sino que también fomente la cooperación global para enfrentar estos desafíos. La atención estará puesta en cómo las naciones, especialmente las de alto consumo de carbono, implementan acciones concretas tras los acuerdos logrados.