En México, cada año, más de 100 mujeres son víctimas de ataques con ácido, según datos recopilados por diversas organizaciones de derechos humanos. Estos actos de violencia extrema se utilizan como una forma de castigo y control, generalmente en contextos de relaciones íntimas o familiares.

Impacto y estadísticas alarmantes

Las cifras muestran que este tipo de violencia no solo es dolorosa físicamente, sino que también tiene profundas repercusiones psicológicas y emocionales para las sobrevivientes. Entre las principales características de estos ataques destacan:

• Más de 100 casos reportados al año.
• La mayoría de las víctimas son mujeres jóvenes.
• Los ataques suelen ocurrir en un entorno cercano, como la familia o la pareja.

En palabras de María López, defensora de derechos humanos:

“La violencia con ácido es una forma de silenciar y controlar a las mujeres. Estas prácticas deben ser erradicadas y condenadas con el máximo rigor de la ley”.

El gobierno y las organizaciones civiles han trabajado para enfrentar este problema, pero aún queda mucho por hacer. La falta de denuncias es un reflejo de la impunidad y el miedo que sienten las víctimas. Se hace un llamado urgente para crear conciencia y fortalecer las leyes que protejan a las mujeres de este tipo de agresiones.