Un devastador ataque con explosivos en una estación de tren en Pakistán ha dejado un saldo de cuatro personas fallecidas y múltiples heridos. La explosión ocurrió en la estación de tren de Quetta, situada en la provincia de Baluchistán, justo cuando los pasajeros se disponían a abordar un tren con destino a Rawalpindi. Las autoridades están investigando las causas detrás de este atentado y han intensificado las medidas de seguridad en el área.
Investigación en curso
Las fuerzas de seguridad y el personal de emergencia llegaron rápidamente al lugar del incidente para socorrer a las víctimas y trasladarlas a hospitales cercanos. El jefe de policía de Quetta, Azhar Ikram, comunicó que las primeras investigaciones sugieren que se usaron explosivos de alta potencia. El área fue acordonada para asegurarse de que no hubiera más artefactos explosivos presentes.
Las autoridades han señalado que, hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado. Sin embargo, la región de Baluchistán ha experimentado históricamente violencia separatista y ataques por parte de militantes islamistas. La población local ha expresado su preocupación por la seguridad en los espacios públicos y exige una respuesta contundente por parte del gobierno.
“Vamos a hacer todo lo necesario para llevar a los responsables de este atrocinio ante la justicia”, afirmó Azhar Ikram.
El Ministro del Interior paquistaní también ha condenado el ataque y ordenado una revisión exhaustiva de las medidas de seguridad en todas las estaciones de tren del país.
Entre las víctimas, las autoridades han confirmado la muerte de cuatro personas, mientras que más de una decena de heridos reciben atención médica en diversos hospitales de la ciudad. Las cifras exactas aún están siendo verificadas, pero el impacto en la comunidad es innegable.
Medidas tomadas por las autoridades:
- Refuerzo de la seguridad en estaciones de tren.
- Investigación exhaustiva del ataque.
- Coordinación entre seguridad local y fuerzas federales.
Este incidente subraya la continua volatilidad en algunas regiones de Pakistán y representa un recordatorio preocupante de la necesidad de redoblar esfuerzos en la lucha contra el terrorismo en el país.