En México, la extorsión se ha convertido en uno de los delitos que más afecta a la población. Este fenómeno no solo ha generado un clima de inseguridad, sino que también ha provocado pérdidas económicas significativas para negocios y particulares. La creciente prevalencia de este delito ha llevado a que las autoridades y la sociedad civil busquen soluciones urgentes para mitigarlo.
Preocupante aumento de casos de extorsión
Durante el último año, las denuncias de extorsión han mostrado un incremento alarmante. Según datos oficiales, la extorsión ha pasado a ser uno de los principales delitos reportados a la policía.
- En 2022, se registraron aproximadamente 8 mil denuncias de extorsión.
- El 70% de las víctimas son pequeños y medianos empresarios.
- Los estados con mayor incidencia incluyen al Estado de México, Ciudad de México y Jalisco.
Estas estadísticas reflejan una realidad dura para muchas personas, especialmente para aquellos que intentan mantener sus negocios funcionando en medio de esta ola de crimen. El impacto de la extorsión va más allá de lo económico, afectando también la salud mental de los afectados. Un comerciante de Ciudad de México contó su experiencia:
“Es aterrador vivir con el miedo constante de las amenazas. No solo está en juego mi negocio, sino también la seguridad de mi familia.”
Ante esta situación, las autoridades están implementando medidas para combatir este delito, pero han sido insuficientes hasta el momento. Es esencial una colaboración más estrecha entre el gobierno, las fuerzas de seguridad y la comunidad para encontrar soluciones efectivas que restauren la confianza y seguridad en el país.