En los últimos seis años, los salarios en México han experimentado un crecimiento notable. Sin embargo, este incremento no ha tenido un impacto significativo en la capacidad de compra de los trabajadores. A pesar de los aumentos salariales, el poder adquisitivo de las familias mexicanas se ha visto erosionado por diversos factores económicos actuales.

Factores determinantes

El encarecimiento de bienes y servicios ha jugado un papel crucial en esta situación. La inflación ha superado los incrementos salariales en varios momentos, limitando el beneficio real para los trabajadores. De acuerdo con expertos, este fenómeno se debe a una combinación de factores domésticos e internacionales que han presionado los precios al alza.

Un estudio reciente revela los siguientes datos:

• El salario mínimo en México ha aumentado un 60% en términos nominales en los últimos seis años.
• La inflación acumulada durante el mismo periodo se sitúa alrededor del 22%.
• A pesar del incremento salarial, más del 40% de los mexicanos considera que su situación económica no ha mejorado.

Moisés Rosas, analista del Instituto de Estudios Económicos, comentó:

“El aumento salarial es positivo en apariencia, pero la realidad es que los trabajadores apenas y sienten una mejora en su economía diaria debido a la constante alza de precios”.

Para mitigar este impacto, urge tomar medidas que no solo mejoren los salarios, sino que también controlen la inflación y fortalezcan la economía interna. Solo de esta manera se podrá garantizar que los incrementos en el salario se conviertan en mejoras tangibles en la calidad de vida de los mexicanos.