En México, el monitoreo de la calidad del aire es una tarea crucial para asegurar la salud de la población y el medio ambiente. A pesar de su importancia, este sector enfrenta numerosos desafíos, incluyendo la falta de apoyo filantrópico, lo que dificulta la implementación de programas efectivos y el mantenimiento de la infraestructura necesaria para llevarlos a cabo.
Falta de apoyo filantrópico
Organizaciones que se dedican al monitoreo de la calidad del aire han señalado que reciben poca atención y financiamiento de parte de entidades filantrópicas. Esta situación contrasta con otras áreas de interés público, donde la inversión es significativamente mayor.
De acuerdo con estudios recientes, las donaciones filantrópicas se distribuyen de la siguiente manera:
- Educación: 30%
- Salud: 25%
- Desarrollo comunitario: 20%
- Protección ambiental (incluido monitoreo de calidad del aire): 5%
Este bajo porcentaje de apoyo tiene un impacto significativo en la capacidad de las organizaciones para operar de manera efectiva. Un representante de una organización no gubernamental comentó:
“Nos cuesta mucho trabajo mantener nuestros equipos y personal calificado debido a la falta de fondos.”
Sin un incremento en el financiamiento, tanto de fuentes gubernamentales como filantrópicas, la calidad del aire en México podría seguir deteriorándose, afectando la salud de millones de personas y exacerbando problemas ambientales en todo el país.