La calidad del aire es un tema que preocupa a muchas ciudades, especialmente aquellas con alta concentración industrial o vehicular. En México, la medición de la calidad del aire se realiza a través de diversos indicadores que permiten clasificar el aire en distintas categorías, como mala, aceptable o buena. Sin embargo, hay quienes consideran que estos términos a veces no reflejan adecuadamente la realidad ambiental.
Clasificaciones y criterios
Según los expertos, la calidad del aire en México se clasifica de la siguiente manera:
- Mala: significa que el aire es perjudicial para la salud de las personas.
- Aceptable: indica que puede ser tolerable, pero no es ideal para todos los grupos sensibles, como niños y personas mayores.
- Buena: el aire es seguro para respirar, incluso para los grupos más vulnerables.
No obstante, algunos ciudadanos sugieren que estas clasificaciones son insuficientes y que no capturan la gravedad de la situación. Tal como lo expresó un residente local:
“Decir que el aire es ‘aceptable’ no nos consuela cuando nos enfermamos continuamente por la contaminación”.
La población y las organizaciones ambientales instan a las autoridades a implementar políticas más estrictas y efectivas para mejorar la calidad del aire y, con ello, la salud pública en el país. Las medidas propuestas incluyen la modernización del transporte público y el fortalecimiento de las normativas ambientales industriales.