En un esfuerzo por mitigar el cambio climático, los científicos están recurriendo a una técnica innovadora conocida como captura y almacenamiento de carbono (CAC). Este método busca atrapar el dióxido de carbono (CO2) producido por actividades humanas y almacenarlo en formaciones geológicas profundas, evitando así que llegue a la atmósfera.
Tecnología para el Futuro
La idea detrás de los llamados “cementerios de CO2” es almacenar el gas de efecto invernadero en depósitos naturales subterráneos. Estos lugares deben ser cuidadosamente seleccionados para garantizar la estabilidad a largo plazo del CO2 almacenado. Según la Agencia Internacional de Energía, esta opción podría ser crucial para alcanzar las metas climáticas globales.
A pesar del potencial de esta tecnología, el despliegue a gran escala de los cementerios de CO2 enfrenta diversos desafíos, entre ellos el costo y la percepción pública. Algunos críticos argumentan que depender de este tipo de soluciones podría desviar la atención de la necesidad urgente de reducir las emisiones en la fuente, a través de energías renovables y medidas de eficiencia energética.
Un experto en la materia comentó sobre la importancia de esta técnica:
“La captura y almacenamiento de carbono no es una solución milagrosa, pero es una parte esencial del conjunto de herramientas que necesitamos para combatir el cambio climático.”
Los siguientes son algunos datos significativos sobre la tecnología de CAC:
- Podría reducir el 19% de las emisiones necesarias para 2050.
- Es capaz de capturar hasta el 90% de las emisiones de CO2 de fuentes industriales.
- Actualmente hay más de 20 proyectos operativos en todo el mundo.
A medida que el mundo avanza hacia un futuro más sostenible, los cementerios de CO2 podrían desempeñar un papel fundamental, siempre y cuando se implementen junto con otras estrategias de reducción de emisiones.