La estrategia de seguridad presentada por Claudia Sheinbaum ha generado comparaciones y análisis respecto a sus similitudes y diferencias con las políticas de seguridad implementadas por gobiernos anteriores en México. Si bien algunos esperaban una continuidad con las medidas de seguridad adoptadas por la administración de AMLO, otros expertos consideran que hay una mayor cercanía con las tácticas desplegadas durante el mandato de Felipe Calderón.

Estrategias Comparadas

Claudia Sheinbaum, en su aspiración a la presidencia, ha puesto énfasis en una estrategia que, aunque tiene ciertos aspectos comunes con la ‘estrategia de abrazos y no balazos’ de López Obrador en cuanto a su enfoque social, también adopta un papel más activo por parte de las fuerzas armadas y la policía, reminiscentes de las políticas calderonistas. Además, hay un énfasis renovado en recuperar el control territorial y disminuir los índices delictivos.

“Es fundamental que sigamos adaptando nuestras estrategias de seguridad a las necesidades actuales del país, tomando en cuenta las lecciones del pasado”, señaló Sheinbaum.

Entre los puntos destacados de su estrategia se encuentran:

• Mayor articulación entre las fuerzas policiacas y el ejército.
• Inversión en tecnología para mejorar el monitoreo y análisis de delitos.
• Programas sociales enfocados a jóvenes en riesgo.
• Fortalecimiento de la cooperación entre niveles de gobierno.

Los críticos argumentan que, aunque se observa una evolución en el discurso y en la propuesta de Sheinbaum, las acciones concretas evaluarán su verdadera efectividad y compromiso con el cambio que necesita el país en materia de seguridad. El enfoque híbrido que incluye aspectos de administraciones pasadas sugiere una respuesta adaptada a una situación nacional compleja que sigue en evolución.