La relación entre la salud mental y la salud física es un tema que, aunque reconocido, aún no tiene el peso que debería en nuestras decisiones diarias. La psicóloga clínica y forense, Mary V. Seeman, sostiene que esta conexión es crucial y, sin embargo, la sociedad no siempre actúa en consecuencia. Según ella, muchas decisiones médicas y de salud pública tienden a subestimar la influencia que tiene la salud mental en nuestro bienestar físico.
Impacto de la salud mental en el físico
Estudios recientes han demostrado que aquellos que sufren de trastornos mentales son más propensos a desarrollar enfermedades físicas. Algunos hallazgos importantes incluyen:
- Las personas con depresión tienen un 40% más de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
- Los trastornos de ansiedad pueden incrementar la probabilidad de problemas como la hipertensión.
- La esquizofrenia se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
La doctora Seeman destaca que, a pesar de estos datos, hay una falta de integración de servicios de salud mental con la atención médica tradicional. Ella explica:
“Aunque sabemos que un tratamiento efectivo de la salud mental puede mejorar significativamente resultados físicos, seguimos tratando ambos ámbitos de manera separada.”
Seeman urge a una reestructuración de los sistemas de salud para abordar estas cuestiones de manera más efectiva. La salud integral depende de una consideración equilibrada de ambos aspectos, mental y físico, y actuar en base a ello podría mejorar significativamente el bienestar general de las personas.