El 22 de octubre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México rechazó un proyecto que buscaba dar más poder al Congreso para inmiscuirse en ciertas decisiones judiciales, incluido el nombramiento de ministros de la Corte. Esta decisión se produce en medio de un contexto de constantes críticas hacia el sistema judicial por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Crisis de confianza en el sistema judicial
El rechazo de la reforma judicial ha generado una división de opiniones en el ámbito político y social. Algunos sectores consideran que la medida era necesaria para mejorar el sistema de justicia, mientras que otros la ven como un intento de minar la independencia judicial.
- El proyecto fue rechazado con una votación de 6 en contra y 5 a favor.
- La propuesta buscaba modificar el artículo 96 de la Constitución Mexicana.
El presidente López Obrador ha mantenido una postura crítica hacia la Corte, acusándola de actuar en contra de su administración. En sus conferencias matutinas ha expresado su descontento, afirmando que:
Las decisiones de la Corte han sido un obstáculo para el cambio que necesita el país.
Los defensores de la reforma argumentan que se requiere un cambio profundo para que la justicia realmente sirva a la ciudadanía. Sin embargo, los críticos sostienen que estas modificaciones podrían abrir la puerta a influencias políticas en un órgano que debe ser independiente.