El partido político Morena, que ha estado al frente del gobierno mexicano desde 2018, está siendo criticado por lo que algunos consideran la instauración de una “kakistocracia”, es decir, un gobierno dirigido por los menos capacitados. Los analistas señalan que esta situación tiene raíces profundas en la estructura y decisiones de esta administración, las cuales parecen estar orientadas a consolidar una dinastía política.
Críticas a la gestión actual
Los críticos argumentan que las decisiones gubernamentales recientes favorecen a individuos leales al partido, en lugar de seleccionar a los más capacitados para los cargos públicos. Esto podría estar contribuyendo a un declive en la efectividad y competencia del gobierno, así como a una percepción negativa por parte de la ciudadanía.
En este contexto, los analistas destacan algunos problemas clave:
- Corrupción en diversos niveles del gobierno.
- Políticas que no abordan de manera efectiva las necesidades del país.
- Colocación de allegados en posiciones de poder sin el mérito necesario.
La administración actual, según observadores, está priorizando la lealtad sobre la competencia. Algunos expertos en política interna advierten que esta tendencia podría tener efectos a largo plazo sobre la estabilidad y desarrollo del país.
Un experto en política nacional mencionó,
“Este modo de gobernar podría llevarnos a un punto donde los intereses personales superen a los colectivos, poniendo en riesgo el futuro democrático de México.”
Además de los desafíos internos, el panorama internacional exige que México esté bien preparado y cuente con representantes capacitados. Sin embargo, la percepción de una supuesta dinastía política en el poder podría minar la confianza de otros países y socios comerciales.
A medida que México avanza hacia las próximas elecciones, será crítico observar cómo el gobierno maneja estas situaciones y si habrá un cambio en las prácticas actuales para promover una administración más TRANSPARENTE y efectiva.