Un grupo de seguidores de Taylor Swift y Beyoncé en Estados Unidos está tomando acciones legales contra la empresa Ticketmaster. La demanda colectiva surge de la frustración y descontento generalizados por las prácticas de venta de entradas de la empresa, que han sido calificadas por los demandantes como poco transparentes y desleales.
Las quejas contra Ticketmaster
Los fanáticos de estas artistas icónicas aseguran que Ticketmaster ha creado un ecosistema de venta de boletos que favorece a los revendedores, lo que resulta en precios inflados que son inalcanzables para el fan promedio. Esta demanda colectiva pretende frenar estas prácticas y exigir más transparencia en el proceso de compra.
Los demandantes citan varios problemas específicos en su queja:
- Fallas constantes en el sistema de venta durante eventos de alta demanda.
- Técnicas de precios dinámicos que elevan los costos de las entradas.
- Liberación inconsistente de boletos a los revendedores en lugar de a los fanáticos.
Un fanático expresó su frustración de la siguiente manera:
“Es imposible conseguir boletos a un precio razonable cuando el sistema se aprovecha de los admiradores leales para maximizar sus ganancias”.
El enojo de los seguidores es compartido por muchos y refleja una problemática mayor en la industria de venta de boletos en línea. A medida que la demanda de conciertos disminuye después de la pandemia, el control monopolístico de grandes corporaciones deja poco espacio para el acceso justo a eventos culturales.