En las últimas horas, las calles de Quito, la capital de Ecuador, fueron testigos de intensas manifestaciones en contra del gobierno. Más de una docena de personas fueron detenidas por las autoridades, tras enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Organizaciones sociales y grupos de ciudadanos se congregaron para expresar su descontento con las políticas adoptadas por el gobierno actual. Entre sus principales demandas se encuentran cambios significativos en materia económica y social.
Detenidos y tensiones en las calles
Según las autoridades, al menos 12 personas fueron arrestadas durante las protestas. El ministro del Interior, ha declarado que las detenciones fueron una respuesta a actos violentos y desórdenes efectuados por algunos manifestantes. Además, señaló que las autoridades están comprometidas a mantener el orden público y proteger a los ciudadanos.
Un portavoz del grupo de manifestantes expresó su preocupación por la represión policial y dijo:
“Estamos aquí para defender nuestros derechos y exigir un cambio real. No nos intimidarán con detenciones arbitrarias.”
Las protestas han reunido a ciudadanos de diferentes sectores, quienes critican la gestión gubernamental. Entre sus quejas destacan los incrementos en los precios de productos básicos y la percepción de falta de acción frente a la corrupción.
Algunos de los puntos estatísticos más relevantes durante estas manifestaciones son:
- Más de 500 personas participaron activamente en las marchas.
- Al menos 12 personas fueron detenidas por la policía.
- Se reportaron varios heridos, tanto entre manifestantes como entre policías.
Los organizadores han anunciado que las protestas continuarán en los próximos días, y hacen un llamado a la comunidad internacional para que presten atención a lo que definen como una crisis de derechos humanos en Ecuador.
El gobierno, por su parte, ha manifestado su disposición al diálogo, pero enfatiza que no tolerará la violencia. En un comunicado reciente, señalaron que las puertas están abiertas para buscar soluciones pacíficas, siempre que se respete el orden y la ley.
Las tensiones continúan en aumento, mientras tanto, la población ecuatoriana mantiene un ojo en el desarrollo de estas manifestaciones, que podrían marcar un punto de inflexión en la política nacional.