La producción de trigo en México ha experimentado una disminución significativa del 47% en las zonas productoras, tendencia atribuida a la falta de apoyos gubernamentales y a la escasez de agua. Datos recientes indican que mientras en ciclos agrícolas anteriores se producían hasta 628 mil toneladas de trigo, en el ciclo actual solo se alcanzaron las 334 mil toneladas.
Factores clave de la disminución
Varios factores han contribuido a esta caída en la producción. Primero, los agricultores enfrentan desafíos financieros debido a la reducción en los apoyos gubernamentales, lo que ha hecho difíciles las inversiones requeridas para el cultivo de trigo. Además, la escasez de agua ha complicado aún más la situación, afectando la capacidad de riego necesaria para obtener cosechas saludables.
Al respecto, un representante del sector agrícola mencionó que “sin el soporte adecuado, muchos agricultores se ven obligados a abandonar el cultivo de trigo, optando por otras alternativas más viables.”
Entre las cifras destacadas, se encuentran las siguientes:
- 47% menos de producción en comparación con ciclos anteriores.
- De 628 mil toneladas previamente producidas, ahora solo se alcanzaron 334 mil toneladas.
Esta situación no solo afecta a los agricultores, sino también al mercado interno de trigo, que depende de estas producciones para satisfacer la demanda nacional. La disminución en la siembra y producción podría llevar a un incremento en las importaciones de trigo, afectando la economía del sector agrícola.
Es crucial que se establezcan políticas de apoyo eficaces y se implementen medidas para el uso sostenible del agua, a fin de mejorar las condiciones actuales de los productores mexicanos de trigo y asegurar la estabilidad del mercado local.