El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, ha iniciado una huelga de hambre llamando a poner fin a los bloqueos de carreteras que afectan al país con el objetivo de fomentar un diálogo nacional. Morales, que lideró Bolivia desde 2006 hasta 2019, ha continuado siendo una figura influyente en la política boliviana, incluso fuera del poder.
Evo Morales busca diálogo
La actual crisis en Bolivia se ha intensificado con bloqueos de carreteras en varias regiones, originados por demandas de diversos sectores sociales. En respuesta a la tensa situación, Morales ha decidido tomar esta medida extrema para visibilizar la necesidad urgente de resolver los conflictos mediante el diálogo.
En un comunicado, Morales expresó su preocupación por el impacto de los bloqueos en la población, especialmente en cuanto al acceso a alimentos y servicios esenciales. Instó a las partes implicadas a buscar una solución pacífica que priorice el bienestar del pueblo boliviano.
Morales afirmó:
“Hago un llamado a mis hermanos bolivianos a levantar los bloqueos y abrir caminos para el diálogo y la paz. Es fundamental que lleguemos a un consenso que nos permita superar este difícil momento por el bien de todos.”
Según las cifras oficiales, la economía boliviana ha sufrido retrasos significativos debido a los bloqueos, afectando la distribución de productos básicos y el transporte de mercancías. Algunas de las estadísticas más relevantes incluyen:
- Interrupciones en más de 50 rutas principales.
- Pérdidas económicas estimadas en millones de dólares.
- Cientos de personas afectadas por escasez de alimentos y medicinas.
La huelga de hambre de Evo Morales se produce en un contexto de creciente tensión política y social en Bolivia, donde las diferencias entre los diversos grupos tienden a profundizarse. La comunidad internacional ha instado al diálogo como solución, esperando que esta nueva iniciativa de Morales propicie un cambio en la situación.