El conocido periodista y analista político Raymundo Riva Palacio ha lanzado una advertencia seria sobre el futuro de la libertad de expresión. Al analizar el panorama global, Riva Palacio sostiene que estamos en camino hacia tiempos más difíciles para este derecho fundamental, especialmente bajo el influjo de líderes populistas como Donald Trump en Estados Unidos y Andrés Manuel López Obrador en México.
El impacto del populismo en la libertad de expresión
Riva Palacio explica que el populismo suele recurrir a tácticas que erosionan poco a poco los derechos y las instituciones democráticas. Asegura que estas tácticas incluyen desinformación, ataques a medios de comunicación y una narrativa anti-establishment que siembra desconfianza en el sistema político y judicial. Según el periodista, estos elementos son peligrosos para el ejercicio libre e independiente del periodismo.
El analista hace hincapié en cómo los líderes populistas utilizan la comunicación directa, a través de redes sociales y otros medios, para crear narrativas que calan hondo en la sociedad. Esto, a su vez, limita la capacidad de los medios tradicionales de influir en la opinión pública y de ejercer una verdadera función de contrapeso al poder político.
“Estamos ante una amenaza persistente que busca minar la credibilidad de los medios y reducir la pluralidad de voces”, afirma Riva Palacio.
Las cifras y estudios en torno a la afectación a la libertad de prensa son preocupantes y se presentan en el siguiente desglose:
- Se ha reportado un aumento del 20% en los ataques a periodistas en el último año en México.
- Más del 50% de los periodistas ha señalado haber sufrido algún tipo de intimidación o censura.
- En el ámbito global, alrededor del 40% de los países ha implementado regulaciones más estrictas contra medios de comunicación independientes.
Es evidente que el futuro de la libertad de expresión enfrenta grandes desafíos, y figuras como Riva Palacio continúan señalando la importancia de proteger y defender este derecho. Considera que la sociedad civil, junto con los organismos internacionales, debe estar alerta y actuar para evitar que el populismo erosione las bases democráticas que permiten el libre flujo de información.