En México, la industria de la tortilla ha alzado la voz para pedir a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) un trato equitativo para todos los productores del país. Este llamado surge ante la preocupación de que algunas inspecciones y acciones de regulación puedan estar afectando de manera desigual a los tortilleros, a quienes se les exige cumplir estrictamente con la normatividad vigente.
Desafíos para la industria de la tortilla
La industria tortillera, un sector clave para la economía y el consumo diario de los mexicanos, señala que las inspecciones realizadas por Profeco deben aplicarse de manera uniforme en todo el país. Los productores argumentan que hay diferencias en la fiscalización que podrían crear un desequilibrio competitivo en el mercado.
En una conferencia reciente, líderes de la industria destacaron la importancia de la tortilla como alimento básico y recalcaron que cualquier medida que pueda impactar su producción y distribución debe ser analizada con cuidado. Un portavoz del sector manifestó que buscan trabajar de la mano con las autoridades para garantizar un mercado justo y competitivo.
“Lo único que pedimos es que las reglas sean las mismas para todos. No queremos privilegios, solo igualdad en la aplicación de la ley”, afirmó uno de los representantes del gremio tortillero.
La Profeco ha estado realizando verificaciones para asegurar que los precios y la calidad de las tortillas se mantengan dentro de los parámetros establecidos, una medida que busca proteger a los consumidores mexicanos. Sin embargo, los tortilleros hacen un llamado a que se consideren las condiciones únicas de cada región y el impacto de estas auditorías.
Algunos datos relevantes sobre el mercado de la tortilla son:
- La tortilla es consumida diariamente por el 94% de los hogares mexicanos.
- México produce alrededor de 12 millones de toneladas de maíz cada año destinado al consumo humano.
- Más de 110,000 tortillerías y molinos operan actualmente en el país.
La petición de la industria es clara: un entorno de mercado donde las normativas se apliquen de manera justa para todos, con el fin de asegurar no solo la sostenibilidad de los productores, sino también el acceso del consumidor a este elemento esencial de la dieta mexicana. Así, los productores buscan el respaldo de Profeco para crear un marco regulatorio que favorezca tanto a consumidores como a empresarios.