Recientemente, el obispo de la Diócesis de Piedras Negras, monseñor Alonso Gerardo Garza Treviño, destacó un desafío que enfrentan muchas familias en Coahuila: el difícil equilibrio entre el trabajo y el cuidado del hogar. Según el obispo, esta situación afecta profundamente la vida familiar, a menudo generando un sentido de abandono entre los hijos debido a las largas jornadas laborales de los padres.

Impacto Social y Familiar

Monseñor Garza Treviño señaló que la carga laboral que padecen los padres no solo afecta la economía del hogar, sino que también repercute en el desarrollo emocional y social de los hijos. Comentó que esto resulta en situaciones donde los niños y adolescentes carecen de la atención y supervisión necesaria, lo que puede llevar a problemas de conducta y bajo rendimiento académico.

En sus declaraciones, el obispo enfatizó la necesidad de un cambio estructural en los horarios y condiciones laborales para permitir que los padres puedan invertir más tiempo de calidad con sus hijos. Subrayó que las familias requieren apoyo integral tanto del gobierno como de la comunidad para subsistir y prosperar en un ambiente laboral exigente.

Estadísticas relevantes presentadas incluyen:

• Incremento en las jornadas laborales de los sectores productivos.
• Más del 50% de las familias perciben una brecha en la atención emocional de los hijos.
• Creciente preocupación por el incremento de los problemas de conducta en jóvenes.

“Las familias coahuilenses enfrentan un reto silencioso al tratar de balancear sus responsabilidades laborales con el tiempo necesario para educar y cuidar a sus hijos”, declaró monseñor Garza Treviño.

Ante esta problemática, se hace un llamado a las autoridades y empresas para reconsiderar las políticas laborales, promoviendo un entorno que propicie el bienestar familiar y permita un desarrollo equilibrado de sus miembros.