En la época actual, muchas personas han adoptado prácticas inusuales para reflexionar sobre su vida y su mortalidad. Una de estas prácticas es la redacción de su propio obituario cada año. Aunque puede parecer una actividad mórbida, para algunos es una forma valiosa de introspección y de evaluar su camino en la vida.
Reflexión y Propósito
Cada comienzo de año, algunas personas eligen escribir su obituario como un ejercicio de autoevaluación. Esta práctica les permite analizar lo que han logrado, lo que desean cambiar y las metas que aún tienen por alcanzar. Escribir un obituario les ofrece una perspectiva única sobre su legado y les ayuda a enfocarse en lo realmente importante.
En un artículo reciente, se destacó que esta práctica puede influir positivamente en las decisiones que toman en sus vidas. Al escribir sobre su propia muerte, los individuos pueden sentirse impulsados a vivir de manera más plena y significativa. Un participante de este ejercicio comentó:
“Escribir mi obituario me hace darme cuenta de cuánto más quiero lograr y de lo que realmente importa en la vida.”
Las razones por las que algunas personas realizan esta práctica incluyen:
- Reflexionar sobre sus logros y fracasos
- Establecer nuevas metas y prioridades
- Valorar las relaciones personales
- Identificar áreas de mejora
En conclusión, aunque escribir un obituario pueda parecer sombrío, para muchos se ha convertido en una herramienta poderosa de auto-reflexión y crecimiento personal. Esta práctica anual les ayuda a vivir con mayor conciencia y propósito, enfocándose en lo que realmente valoran en la vida.