En 1963, el visionario ingeniero estadounidense Harold Geneen, entonces líder de la compañía ITT Corporation, tomó una decisión que cambiaría el rumbo de las telecomunicaciones: solicitó un préstamo de 30 mil dólares que se utilizaría para la expansión de la infraestructura de fibra óptica. Esta iniciativa fue el primer paso hacia la construcción de una red que en 2024 se convertirá en la más grande del mundo.
La Evolución de la Fibra Óptica
La fibra óptica ha cambiado radicalmente la forma en que se transmiten datos a nivel global. Desde aquella primera inversión, los avances en esta tecnología han permitido velocidades de transmisión sin precedentes, algo fundamental en la era digital en la que vivimos.
La red prevista para 2024, cuya infraestructura se ha desarrollado durante décadas, está diseñada para conectar continentes y mejorar significativamente la velocidad, capacidad y estabilidad de la transmisión de datos mundial. Algunas estadísticas relevantes sobre esta red son:
- Conexión de más de 100 países
- Cobertura de aproximadamente 80% de la población mundial
- Velocidades superiores a 100 Gbps
Según comentó un experto en telecomunicaciones, la fibra óptica “no solo representa un salto tecnológico, sino un lazo de unión global”.
“Este avance permitirá un intercambio de información más eficiente, fomentando tanto el crecimiento económico como el acceso a la educación y a la tecnología para millones de personas”, agregó el especialista.
Este proyecto monumental no solo es un testimonio del poder de la innovación continua, sino también un homenaje al legado de pioneros como Geneen, cuyo empeño sigue dejando huella en el mundo actual.