La corrupción es un fenómeno que ha afectado numerosos gobiernos del mundo y, en México, no es la excepción. Durante el periodo de la llamada “Cuarta Transformación” (4T), algunas voces han señalado que la corrupción se extendió más allá del simple robo de dinero, abarcando además el ámbito moral y ético.
Impacto en la 4T
El gobierno de la 4T, liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, prometió combatir la corrupción y marcar un antes y un después en la política del país. Sin embargo, críticos sugieren que no se ha logrado erradicar este fenómeno. La corrupción en este contexto no solo se refiere a desvíos de recursos, sino también a prácticas que afectan la confianza pública en las instituciones.
A pesar de los esfuerzos del gobierno, persisten acusaciones sobre casos de corrupción. Algunos analistas apuntan que es necesario un enfoque integral para realmente resolver el problema, ya que se trata de un tema estructural que afecta diversas áreas de la administración pública.
- La percepción de la corrupción se mantiene alta entre los ciudadanos.
- Algunas evaluaciones sugieren que aunque ha habido avances, aún queda mucho por hacer.
- Casos de presunta corrupción siguen siendo reportados en medios de comunicación.
Un experto en el tema comentó:
“La corrupción no se erradicará con un cambio de administración si no se modifica el sistema que la perpetúa”.
Es un problema que demanda atención continua y reformas profundas para asegurar la transparencia y rendición de cuentas.