La reconocida periodista Anabel Hernández ha generado controversia al señalar al cantante mexicano Peso Pluma como el principal “narco-propagandista” del Cártel de Sinaloa. Esta acusación se enmarca en el contexto de su último libro titulado “El traidor: El diario secreto del hijo del Mayo”.
Las acusaciones y sus implicaciones
En sus declaraciones, Anabel Hernández sostiene que Peso Pluma ha establecido una relación cercana con “Los Chapitos”, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quienes son figuras prominentes dentro del Cártel de Sinaloa. Según Hernández, el cantante utiliza su música para glorificar y promover las actividades del cártel, convirtiéndose en una pieza clave en la difusión de sus ideales.
La periodista explica que, a través de las letras de sus canciones y sus presentaciones en vivo, Peso Pluma alienta indirectamente la cultura del narcotráfico, lo que ella considera un peligro para la sociedad mexicana. Este tipo de contenidos, argumenta Hernández, tiene un impacto significativo en la normalización de la violencia y el crimen organizado.
En México, el narcotráfico y su representación en la música no son fenómenos nuevos. Sin embargo, el alcance de estos mensajes en la cultura popular ha suscitado preocupaciones sobre el mensaje que se transmite a las generaciones más jóvenes.
“Peso Pluma se ha convertido en el portavoz musical de los intereses de los Guzmán”, señala Hernández en relación a las actividades del cantante.
La reacción del público ha sido mixta; mientras algunos defienden el derecho del artista a la libertad de expresión, otros condenan el uso de la música como herramienta de propaganda.
Según datos recientes, el impacto del narcotráfico en México se puede ilustrar con las siguientes estadísticas:
- Las muertes violentas relacionadas con el narcotráfico superaron las 36,000 en 2022.
- El Cártel de Sinaloa sigue siendo uno de los principales actores del crimen organizado en el país.
El debate sobre el papel de los artistas en la promoción de la cultura del narcotráfico sigue vigente. Mientras tanto, las declaraciones de Hernández han avivado una discusión sobre la responsabilidad social de los músicos y las repercusiones de su influencia en la sociedad mexicana.