Interés global por modelo canadiense de asistencia médica para morir

El modelo canadiense de asistencia médica para morir inspira a otros países, equilibrando autonomía del paciente y protección a vulnerables. Un debate ético global en expansión.

El debate sobre la asistencia médica para morir en Canadá sigue llamando la atención en el extranjero, particularmente en el Reino Unido, donde la discusión sobre la legalización del proceso también está tomando impulso. El programa de Asistencia Médica para Morir (MAiD, por sus siglas en inglés) de Canadá permite que los médicos ayuden a morir a los pacientes elegibles que han decidido poner fin a su sufrimiento.

Interés internacional en el modelo canadiense

Desde que Canadá implementó su programa de MAiD en 2016, varios países han mostrado interés en su modelo debido a su enfoque equilibrado entre la autonomía del paciente y la protección de los vulnerables. Según las estadísticas, el número de canadienses que han optado por este procedimiento ha ido en aumento constante.

  • En 2016, se registraron 1,018 casos de MAiD.
  • En 2021, la cifra ascendió a 10,064 casos.
  • El 4% de todas las muertes en Canadá son ahora resultado de MAiD.

El gobierno canadiense ha señalado que las discusiones en otros países, como el Reino Unido, son parte de un movimiento global para abordar cuestiones relacionadas con el final de la vida. El Dr. David Lametti, Ministro de Justicia de Canadá, ha resaltado la importancia de ofrecer opciones a las personas que enfrentan enfermedades terminales.

“El enfoque canadiense ha sido siempre respetar las decisiones individuales y asegurar que existan robustas salvaguardas para proteger a aquellos en situaciones vulnerables,” comentó el Dr. Lametti.

Sin embargo, en el Reino Unido, la propuesta para legalizar una ley similar enfrenta resistencia por parte de algunos miembros del Parlamento y grupos religiosos, quienes argumentan que podría poner en riesgo a las personas más frágiles de la sociedad. A pesar de esto, países como Nueva Zelanda, Australia y España han seguido el ejemplo canadiense, promulgando sus propias versiones de la ley de MAiD en años recientes.

El desarrollo de este tema seguirá siendo un punto focal en el debate ético y legislativo, no solo en Canadá y el Reino Unido, sino en todos aquellos países que consideran la implementación de políticas similares para abordar el derecho a una muerte digna. La evolución de la legislación y los debates en torno a MAiD es un reflejo de un cambio global hacia un enfoque más humano y centrado en el individuo en cuestiones del final de la vida.