En Japón, Fumio Kishida ha sido elegido como el nuevo primer ministro tras obtener una sólida mayoría en ambas cámaras del parlamento. Kishida, que sustituye a Yoshihide Suga, se enfrenta ahora al desafío de revitalizar la economía y gestionar la pandemia de COVID-19.

Desafíos económicos y pandémicos

El nuevo primer ministro, que ha prometido una serie de medidas económicas y de salud pública, expresó su determinación de liderar al país en un momento crítico. Uno de los principales objetivos de Kishida es la implementación de un nuevo paquete económico para asegurar la recuperación tras los estragos causados por la pandemia.

Kishida destacó la necesidad de aumentar el gasto en sectores clave y fortalecer el sistema de salud. En sus primeras declaraciones, subrayó:

“Mi principal prioridad es asegurarme de que todos los ciudadanos japoneses estén protegidos y apoyar a aquellos que han sido más afectados por la pandemia.”

Entre las medidas que ha propuesto se incluyen:

• Subsidios para pequeñas y medianas empresas.
• Aumentos en el gasto en salud y servicios médicos.
• Inversiones en tecnología verde y desarrollo sostenible.

Con esto, espera no solo atender la crisis inmediata, sino también asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo.

El desafío económico es significativo. Japón, que es la tercera economía más grande del mundo, ha sufrido una contracción en su PIB debido a las restricciones del COVID-19. Kishida deberá buscar un equilibrio entre la reactivación económica y la gestión de la crisis sanitaria.

• PIB de Japón se contrajo un 4.8% en 2020.
• Más de 10,000 fallecidos por COVID-19 hasta ahora en el país.

Con los ojos del mundo puestos en su gestión, Fumio Kishida tiene una tarea monumental por delante. La esperanza de los ciudadanos japoneses es que su mandato traiga estabilidad y progreso en un momento de incertidumbre global.