La singular visión mexicana sobre la muerte en festividades

El Día de Muertos es una celebración profundamente arraigada en la cultura mexicana, una festividad que mezcla elementos prehispánicos y cristianos, y que nos invita a reflexionar sobre la muerte y el significado de la vida. En medio de una tradición que honra a los difuntos, surge la oportunidad de recordar que, en realidad, los que se mueren siempre son los otros.

La percepción de la muerte

En México, la muerte es vista de manera singular. No se le teme, sino que se le ve como una parte inevitable de la existencia humana. Según el filósofo francés Jean-Paul Sartre:

“La muerte es un acontecimiento que nos muestra que los que se mueren siempre son los otros”.

Esta perspectiva nos lleva a comprender que vivimos rodeados de vidas y muertes ajenas, que nos enseñan el valor del tiempo y de las experiencias compartidas.

Las cifras reflejan cómo se celebra esta tradición en las distintas regiones del país. A continuación, algunos datos acerca de esta festividad:

  • 80% de las familias mexicanas instalan altares en sus hogares.
  • Se estima que cada altar cuenta con al menos 3 niveles que simbolizan el cielo, la tierra y el inframundo.
  • El 98% usa flores de cempasúchil para decorar sus ofrendas.

El Día de Muertos es más que una simple conmemoración, es un momento de unión para las familias. En esta fecha, los mexicanos recuerdan y celebran a sus seres queridos que han partido, perpetuando una tradición que les permite estar en contacto con sus raíces y con la memoria de quienes han trascendido.