Una reciente investigación ha revelado que los defensores públicos en México enfrentan una situación precaria debido a una elevada carga de trabajo y bajos salarios. Esta problemática ha encendido las alarmas sobre la calidad de la justicia que se está ofreciendo a la ciudadanía, especialmente a los sectores más vulnerables.
Desafíos de los defensores públicos
De acuerdo con el estudio, los defensores públicos del país tienen que lidiar con jornadas laborales extensas y una cantidad abrumadora de casos. Esta situación no solo afecta su bienestar laboral, sino que también impacta negativamente en la calidad del servicio que brindan. Un defensor público expresó:
“La cantidad de casos que manejo diariamente es insoportable. No tengo tiempo para analizarlos adecuadamente, lo cual afecta mi desempeño y la defensa de mis clientes.”
El estudio destaca los siguientes puntos críticos:
- Jornadas de trabajo que superan las 10 horas diarias.
- Un promedio de 150 casos por defensor público.
- Salarios que no compensan la elevada carga de trabajo.
Además, estos profesionales carecen de los recursos necesarios para llevar a cabo su labor de manera óptima. La falta de personal y material adecuado, así como de apoyo emocional, son aspectos que contribuyen a la insatisfacción y desmotivación entre los defensores públicos.
El informe concluye que es urgente tomar medidas para mejorar las condiciones laborales de estos profesionales. Se sugiere incrementar los salarios, reducir la carga de trabajo y proporcionar recursos y apoyo emocional suficientes. Estas acciones son esenciales para garantizar que todos los ciudadanos reciban una defensa justa y de calidad.