Claudia Sheinbaum, la próxima candidata presidencial de Morena, enfrenta una serie de desafíos que le fueron legados por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Entre estos conflictos se encuentran la situación de la refinería Dos Bocas y el manejo de la política energética, así como la inseguridad que persiste en varios estados del país.
Retos energéticos y de seguridad
La refinería de Dos Bocas, uno de los proyectos insignia del gobierno actual, ha enfrentado numerosos retrasos y sobrecostos. Aunque se esperaba que comenzara a operar a plena capacidad en este año, expertos señalan que el proyecto podría no generar los beneficios esperados en el corto plazo.
Además, la política energética de López Obrador ha sido objeto de críticas tanto a nivel nacional como internacional, debido a su énfasis en los combustibles fósiles y su aparente desdén por las energías renovables.
“Es necesario replantear la estrategia energética del país para asegurar su sostenibilidad y competitividad a largo plazo”, comentó un experto del sector.
La inseguridad es otro gran desafío para Sheinbaum. En varios estados de la república, la violencia sigue siendo un problema grave. Según datos recientes, el número de homicidios ha mostrado una tendencia al alza.
- Estados más afectados: Guanajuato, Michoacán, Baja California.
- Tasa anual de homicidios: 29 por cada 100 mil habitantes.
Sheinbaum deberá demostrar su capacidad para abordar estos y otros conflictos si quiere asegurar su camino hacia la presidencia y mantener el apoyo popular que actualmente sostiene a su partido.