El gobierno de México ha incrementado significativamente el número de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) en su frontera sur, con la finalidad de frenar el flujo migratorio hacia Estados Unidos. Según datos oficiales, el país ha sumado 389 nuevos agentes migratorios en un esfuerzo por contener a los migrantes, mayoritariamente provenientes de Centroamérica.
Frontera bajo presión
La medida responde a la creciente presión que enfrenta México para controlar el número de personas que intentan cruzar su territorio con destino al norte. La Secretaría de Gobernación informó que estos agentes serán desplegados en puntos estratégicos para reforzar la vigilancia y controlar el paso irregular de personas.
En las últimas semanas se ha registrado un aumento en el número de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, lo que ha generado preocupaciones en ambos lados de la frontera. La expansión del personal del INM es vista como una respuesta directa a estas preocupaciones.
“Estamos comprometidos a garantizar una migración segura, ordenada y regular,” declaró la Secretaría de Gobernación.
El aumento contempla los siguientes puntos de vigilancia:
- Cámaras de seguridad adicionales
- Patrullajes más frecuentes
- Reducción del tiempo de respuesta ante situaciones de emergencia
Además, se planea la implementación de nuevas tecnologías y métodos para mejorar la eficiencia del control migratorio. Con estas acciones, el gobierno busca no solo frenar el flujo de migrantes, sino también ofrecer una respuesta humana y ordenada a la crisis migratoria actual.