El Estado de Coahuila ha nombrado a un nuevo fiscal, Gerardo Márquez Guevara, quien toma posesión en un contexto donde las expectativas sobre el desempeño de la fiscalía son muy elevadas. A pesar de contar con una nueva figura en la cabeza, las críticas sobre el funcionamiento y eficiencia del organismo persisten.
Retos y expectativas
La ciudadanía demanda un cambio palpable en la manera en que se manejan los casos, desde la investigación hasta la impartición de justicia. Márquez Guevara enfrenta el desafío de devolver la confianza al sistema judicial del estado. En palabras de un analista local:
“El problema no es solo cambiar al fiscal, sino renovar toda la estructura para que realmente haya avances.”
Según datos del último informe de la fiscalía, Coahuila presenta ciertas cifras que generan inquietud en la población:
- Incremento del 15% en los delitos de robo en el último año.
- Resolución de solo el 12% de los casos de homicidio.
- Más de 500 casos de desapariciones no esclarecidos en la última década.
Estos datos reflejan una necesidad imperante de reformar los procesos y estrategias utilizadas por la fiscalía. Las promesas de cambio son bien recibidas por el público, sin embargo, es crucial que se traduzcan en resultados tangibles.
La llegada de Márquez Guevara es vista como una oportunidad para implementar reformas profundas que mejoren la eficiencia del organismo. A medida que transcurre su gestión, los ojos de la sociedad coahuilense estarán atentos a su desempeño y a los cambios que pueda impulsar en la lucha contra el crimen y la corrupción.