En la ciudad de Saltillo, los habitantes se reunieron para celebrar a San Francisco de Asís, a pesar de que este año la festividad no contó con las tradicionales ventas de tamales y champurrado. Las celebraciones se llevaron a cabo con un enfoque en la fe y devoción, en lugar de la típica oferta gastronómica. La comunidad mostró su compromiso y espiritualidad, reuniéndose para participar en las actividades religiosas programadas.

Devoción ante la ausencia de tradiciones

Aunque las restricciones debido a la pandemia han reducido algunas celebraciones comunitarias en años pasados, este año fue diferente y la comunidad se esforzó por mantener viva la esencia de la festividad. Uno de los asistentes comentó sobre la importancia de mantener vivo el espíritu de San Francisco de Asís. José Rivera, un residente local, expresó:

“No importan los tamales ni el champurrado cuando el objetivo es unirnos en la fe y recordar las enseñanzas de San Francisco.”

Este año, las actividades se centraron más en lo espiritual y menos en lo comercial. La celebración incluyó misas y grupos de oración, así como algunas procesiones por las calles.

Algunas cifras destacadas del evento comunitario incluyeron:

• Más de 500 personas participaron en la misa principal.
• Se organizaron 3 procesiones alrededor del barrio.
• Varias familias se comprometieron a ayudar en la distribución de artículos religiosos.

La comunidad de Saltillo demostró una vez más su dedicación a las tradiciones religiosas, enfocándose en la unión y el agradecimiento, independientemente de las limitaciones externas. La festividad de San Francisco de Asís se llevó a cabo con éxito, dejando una huella de fe en sus participantes.