Las malas prácticas del outsourcing en México están generando un impacto significativo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al costarle a la institución alrededor de 120 mil millones de pesos anuales. A pesar de las reformas laborales implementadas para regular estas prácticas, las inconsistencias continúan afectando no solo al presupuesto del IMSS, sino también a los trabajadores que se encuentran en situaciones irregulares.
Impacto económico del outsourcing
El IMSS enfrenta un desplome en sus ingresos debido a que muchas empresas optan por el outsourcing para evadir responsabilidades laborales y fiscales. Esta situación se intensifica con la simulación de relaciones laborales y el registro de empleados con salarios menores a los reales. Según las estimaciones, las pérdidas económicas ascienden a miles de millones de pesos, influyendo en la calidad y alcance de los servicios de salud que el instituto debe proveer.
De acuerdo con expertos, las prácticas irregulares en el outsourcing provocan los siguientes problemas financieros para el IMSS:
- Disminución en la recaudación de cuotas obrero-patronales.
- Evasion fiscal significativa por parte de empresas.
- Afectación directa en los fondos de pensiones y salud.
Un funcionario del IMSS señaló:
“Es crucial que las autoridades sigan fortaleciendo las medidas de control y fiscalización para eliminar las malas prácticas en el outsourcing y así proteger a los trabajadores y asegurar los recursos necesarios para el sistema de salud”.
En resumen, aunque se han hecho esfuerzos para regular el outsourcing en México, es evidente que estas prácticas siguen generando desafíos económicos y sociales, impactando gravemente al IMSS y, por ende, a los millones de ciudadanos que dependen de sus servicios.