El nuevo fiscal general de Coahuila se enfrenta a uno de los mayores desafíos en materia de seguridad: la limpieza de las fuerzas policiales estatales y locales. Este reto es crucial para restaurar la confianza pública en las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía.
Desafíos de la corrupción policial
La corrupción dentro de las fuerzas policiales es un problema persistente que afecta a la percepción de seguridad en el estado. Se han identificado múltiples casos de colusión entre policías y organizaciones criminales, lo que dificulta la efectividad de las estrategias de seguridad implementadas. La falta de confianza en las autoridades impide el éxito de las políticas de combate al crimen.
Algunos datos relevantes sobre la situación en Coahuila son:
- Alta percepción de corrupción en las instituciones de seguridad.
- Incremento en el reporte de abusos policiales.
- Falta de denuncias debido al miedo a represalias.
El fiscal ha declarado su compromiso para enfrentar esta problemática desde el inicio de su mandato. Según sus palabras:
“Trabajaremos para depurar y profesionalizar a las fuerzas policiales, asegurando que solo los elementos más capacitados y honestos permanezcan en servicio.”
El proceso de purga y capacitación de las fuerzas policiales será complejo, pero es esencial para avanzar hacia un sistema de seguridad más confiable y eficiente. La cooperación entre el gobierno estatal y la ciudadanía será fundamental para lograr este objetivo.