Durante la reciente Cumbre del G20, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, destacó por su participación, lo que subraya su creciente presencia en la política internacional. Sin embargo, algunos analistas indican que su estrategia sigue patrones políticos de presidentes anteriores en cuanto a manejar el país en la arena global.

Una Política Exterior Continuista

Sheinbaum, designada como representante de México para esta cumbre, abogó por temas tradicionales de la política exterior mexicana, tales como la no intervención, el respeto a los derechos humanos y el fomento a la cooperación internacional. Al respecto, un experto declaró:

“Sheinbaum reafirma una política exterior que sigue los pasos de sus predecesores, buscando no solamente reafirmar la independencia de México, sino también su colaboración con otras naciones en términos constructivos.”

El discurso de Sheinbaum también enfatizó la importancia de la cooperación en cuestiones climáticas, la promoción de la igualdad y el combate a la pobreza. Sus propuestas estuvieron alineadas con las líneas comunes de acción discutidas en la cumbre.

Según las estadísticas presentadas durante la cumbre, algunos de los temas más relevantes fueron:

• El cambio climático y la transición energética.
• La recuperación económica post-pandemia.
• El fortalecimiento de sistemas de salud pública.

La representación de México en eventos de este tipo refleja no sólo los intereses nacionales, sino también una posición en la esfera internacional que aparenta ser más de continuidad que de cambio radical. La presencia de Sheinbaum, en particular, resalta la importancia de las figuras locales en la política internacional del país.