Recientemente se dio a conocer un incidente en Nueva York que ha generado preocupación sobre el uso de la fuerza por parte de oficiales de correccionales. La situación involucró a Robert Brooks, un detenido en el centro de detención de Rikers Island, quien lamentablemente perdió la vida tras un altercado con los oficiales.

Detalles del incidente

El evento se produjo el 5 de septiembre de 2023, cuando Brooks, de 35 años, fue retirado de su celda para ser trasladado a otra unidad. Las imágenes de la cámara corporal de uno de los oficiales muestran cómo la situación escaló rápidamente. En el video, se puede observar a Brooks resistiéndose mientras los oficiales intentaban someterlo usando fuerza física.

Según los informes, Brooks fue inmovilizado en el suelo durante varios minutos, lo que suscitó preocupaciones sobre las técnicas empleadas por los oficiales. Finalmente, Brooks quedó inconsciente y fue trasladado a una unidad médica, donde fue declarado muerto poco después.

La autopsia inicial indicó que la causa de la muerte fue asfixia debido a la presión ejercida sobre su cuerpo. Este informe ha provocado que se investigue si los oficiales involucrados utilizaron fuerza excesiva.

Las estadísticas sobre el uso de la fuerza en instituciones correccionales de Nueva York son alarmantes:

• Más de 200 incidentes de presunto uso excesivo de la fuerza han sido reportados en el último año.
• El centro de Rikers Island ha sido señalado por alto número de quejas sobre el trato hacia los detenidos.
• Casos de muerte bajo custodia han suscitado protestas y llamados a la reforma.

La familia de Robert Brooks ha manifestado su frustración y tristeza por lo ocurrido. Han exigido justicia y una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias de su muerte. Uno de sus familiares expresó:

“No descansaremos hasta que se haga justicia por Robert. Merecía ser tratado con dignidad y respeto.”

El Departamento de Correccionales de Nueva York ha asegurado que están revisando el incidente y que se tomarán las medidas adecuadas si se determina que hubo violaciones a los protocolos. Este caso ha reavivado el debate sobre la necesidad de reformas en el sistema penitenciario para garantizar la seguridad y los derechos humanos de los detenidos.