En Siria, las fuerzas insurgentes están enfrentando una presión creciente en la provincia de Idlib, el último bastión importante de los rebeldes en el noroeste del país. Enfrentamientos recientes entre facciones rebeldes y fuerzas del gobierno han intensificado la violencia en esta región, que ya ha sufrido años de conflicto.
Incremento de Tensión en Idlib
Las fuerzas del gobierno sirio, con apoyo de Rusia, han reforzado sus ataques aéreos y terrestres en un intento por retomar el control de áreas significativas en Idlib. Este es un contexto donde miles de civiles han sido desplazados debido a la violencia continua.
Un observador de derechos humanos reportó que los combates han sido particularmente intensos en las últimas semanas, con bombardeos que han afectado tanto a zonas urbanas como rurales. En este marco, han surgido preocupaciones sobre la seguridad de los civiles atrapados en el fuego cruzado.
- Más de 3 millones de personas viven en Idlib.
- Se estima que más del 50% son desplazados internos.
- En las últimas semanas, docenas de civiles han perdido la vida a causa de los ataques.
A pesar de los esfuerzos internacionales por instaurar un alto el fuego, el conflicto en Idlib sigue activo, sumando complejidades a la ya devastadora situación humanitaria en Siria. Las organizaciones de ayuda humanitaria han pedido acceso seguro para brindar asistencia a los afectados por el conflicto.
Un residente local, hablando bajo la condición de anonimato, expresó su desesperación ante la situación:
“Ya no hay un lugar seguro. Nos hemos acostumbrado a vivir con el miedo constante de perderlo todo.”
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia en la región, y se están haciendo llamamientos para reanudar el diálogo entre las partes en conflicto. No obstante, cada nuevo enfrentamiento complica aún más las posibilidades de llegar a una solución pacífica y duradera.