En medio de la temporada de huracanes en el Atlántico, dos tormentas en particular, Helene y Milton, han generado no solo preocupación por sus efectos destructivos, sino también una serie de teorías conspirativas que están complicando los esfuerzos de recuperación en las áreas afectadas.
Teorías conspirativas entorpecen la recuperación
Las teorías que circulan en redes sociales sugieren, sin fundamento, que estos huracanes fueron creados de manera artificial con fines políticos o económicos. Estas afirmaciones, alimentadas por publicaciones en internet, han llevado a que algunas comunidades desconfíen de la ayuda gubernamental y retrasen su recuperación.
Las teorías han ganado tracción en gran parte debido a la desconfianza generalizada hacia las autoridades ante desastres naturales. Una de las principales preocupaciones es que la falsa información esté afectando la disposición de los residentes a evacuar áreas en peligro, así como a aceptar recursos y apoyo de los equipos de emergencia. Un experto expresó su preocupación:
No solo estamos preocupados por los daños físicos, sino también por cómo la desinformación afecta la respuesta de la comunidad.
Los datos sobre la situación actual son alarmantes:
- Más del 30% de los afectados aún no han regresado a sus hogares.
- Cerca del 20% de las carreteras están intransitables debido a los escombros.
- Las pérdidas económicas se estiman en varios millones de dólares.
Ante esta situación, las autoridades locales y organizaciones de socorro trabajan arduamente para combatir la desinformación, utilizando campañas de concienciación para asegurar que la población reciba información precisa y esté preparada ante futuras amenazas climáticas.