En un reciente encuentro con la prensa, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, centró su atención en la relación entre su país y Canadá, argumentando que “Canadá se está aprovechando de Estados Unidos”. Estas declaraciones llegan en un momento de tensiones comerciales y diplomáticas entre ambos países, y resaltan la necesidad de revisar los acuerdos bilaterales.
La crítica hacia los tratados comerciales
Trump enfatizó que los acuerdos comerciales actuales no benefician a Estados Unidos en la proporción adecuada. Según el expresidente, algunos de estos acuerdos deberían ser renegociados para asegurar un trato más equitativo. Durante su mandato, Trump ya había promovido cambios significativos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo cual derivó en la creación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El expresidente subrayó que el nuevo tratado debía abordar varios aspectos críticos que, según él, favorecen principalmente a Canadá. A pesar de las revisiones hechas durante su administración, Trump insiste en que aún hay términos y condiciones que requieren una reevaluación.
Entre las preocupaciones principales destacan:
- El déficit comercial entre Estados Unidos y Canadá.
- El acceso a los mercados agrícolas.
- Las regulaciones en el sector automotriz.
Trump también expresó su deseo de fortalecer las industrias estadounidenses y proteger los empleos nacionales ante lo que califica como una “competencia desleal”.
“Estamos perdiendo demasiados empleos y eso debe parar”, afirmó el expresidente.
Estas declaraciones surgen en un contexto complicado, ya que las economías de todos los países norteamericanos están intentando superar los retos ocasionados por la pandemia del COVID-19. La renegociación de acuerdos comerciales es solo una de las muchas áreas donde las relaciones bilaterales podrían experimentar cambios significativos en los próximos años.
A medida que las campañas políticas comienzan a intensificarse de cara a las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos, este tipo de discursos podrían resonar con ciertos sectores del electorado, especialmente aquellos preocupados por la economía y los empleos. Los próximos meses serán cruciales para observar si estas propuestas logran ganar tracción en la arena política y diplomática.
